Una de las grandes joyas que nos dejo Prince fue este discazo una autentica maravilla que guardo como oro en paño. Fue el vigésimo cuarto álbum de Prince y se lanzo al mercado en el año 2001 y fue el primer álbum que lanzaba con su nombre de siempre PRINCE.
Es un disco completísimo y muy terrestre, metido en la tierra y en sus problemas, el amor, el racismo y nos lo cuenta todo a través de una historia ficticia.
A diferencia de sus discos anteriores el álbum contó con batería en vivo e hizo un amplio uso de los vientos.
Lo dicho una joya que seguro habrás escuchado un millón de veces y si no lo has echo no sabes la suerte que tienes de poder escuchar una de las joyas de la década del 2000....una maravilla entera desde que empieza hasta que acaba y podemos escuchar la voz de Martin Luther King......el álbum es un diamante en bruto de muchos, muchísimos quilates.
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